Más sobre el Sistema Nervioso Parasimpático
Existe un nervio, el más largo que tenemos, que recorre gran parte de nuestro cuerpo y que los científicos aseguran que está fuertemente conectado a nuestras emociones. Es el nervio vago. Este nervio conecta el tronco cerebral con casi todos los órganos esenciales del cuerpo, con el corazón, pulmones, estómago, intestinos, páncreas, hígado, riñones, bazo y vesícula. Es como una gran y crítica autopista con miles y miles de fibras dentro, comparan los especialistas.
En términos científicos, el nervio vago es el componente principal del sistema nervioso parasimpático, que controla las funciones y actos involuntarios de nuestro cuerpo. Entonces, el nervio vago ayuda a cambiar el modo corporal para el descanso, la relajación, la recuperación, la regulación de tu frecuencia cardíaca y la respiración, básicamente todas las cosas “divertidas” que necesitamos para vivir.
La evidencia científica dice que una dieta balanceada estimula el nervio vago para activar partes del cerebro que nos harán sentir de esa manera en particular. Los alimentos que se obtienen a partir de la fermentación como el kimchi, la kombucha, el kéfir, el chucrut y el yogurt, así como muchas verduras ricas en fibras y probióticos, benefician la comunicación entre intestino y cerebro, estimulando este nervio. Al estimularlo podemos bajar los niveles de ansiedad y estrés.
Un estudio de 2013 con coristas mostró que actividades como cantar, tararear o repetir mantras ayudan a mantener el compás del ritmo del corazón por lo que estimulan el nervio vago. También afirmaron que el yoga y la respiración completa profunda, estimulan este nervio en especial.
Activando Hemisferio Derecho
Con la idea de estimular nuestro hemisferio derecho, asociado a nuestro Sistema Nervioso Parasimpático, relacionado a lo artístico, te comparto un video musical, que tal vez ya conozcas, es de Natalia Doco y la canción se llama “Respira”. Abajo va también toda la letra en español ya que partes están en francés.
Entonces, entonces yo respiro
aunque la cabeza se trabe en la oscuridad
Entonces, entonces yo respiro igual,
aunque el corazón no lata más para mí.
Entonces, entonces yo respiro
aunque este mundo no entiende nada.
Entonces, entonces respiro,
Y respiro, aunque el cielo todavía no aclara
Respira y deja que el tiempo te enseñe
que todavía tenemos que creer
Respira y deja que el viento te enseñe
que nunca es demasiado tarde
Cada armonía que el viento me trae
Me pone de nuevo a cantar
Nunca te olvides que todo es más fácil
Y es bueno aprender a confiar
Si olvida, respira
Si olvida, respira
La pena, penita, pena, ahora tú respiras
Entonces, entonces yo respiro
aunque la cabeza se trabe en la oscuridad
Y a veces pasa
Entonces, entonces yo respiro, y respiro
que después de la lluvia un nuevo comienzo.
Cada armonía que el viento me trae
Me pone de nuevo a cantar
Nunca te olvides que todo es más fácil
Y es bueno aprender a confiar
Si olvidas, respira
Si olvidas, respira
Cada promesa que el tiempo me trae
Me pone de nuevo a bailar
Yo nunca me olvido que todo es más fácil
Que quiero aprender a confiar
Si olvidas, respira
Si olvidas, respira
La pena, penita, pena, ahora tú respiras
Sobre el Equilibrio
En todo este asunto más que buscar aprender a ser equilibrados se trata de aprender a ser equilibristas.
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“Incluso el néctar es venenoso si se toma en exceso”. Proverbio hindú.
La delicadeza y sutileza de mantener el equilibrio y el valor de la supuesta insignificancia del peso de una pluma. Equilibrista Japonesa Miyojo Shida Rigolo
Propuesta para el fin de semana.
Te comparto para este finde un corto relativo al equilibrio “El Faquir”. Está basado en la novela homónima de Ramiro Calle. Espero que lo disfrutes. Solo dura un poco más de 15 minutos.