Cuento
Esta es la historia de un niño extremadamente ansioso, que no podía esperar. Si iba a la escuela, en cuanto llegaba quería que la clase ya terminara, y llegara el recreo o si llegaba a su casa quería que la comida estuviera lista ya. Su vida era así siempre esperando el próximo momento.
Un día, mientras iba caminando a la escuela se encontró con un Hada que le regaló una cajita diciéndole: “ésta es una cajita mágica, tiene una cinta de plata dentro, de la cual podrás tirar cada vez que quieras acelerar el paso del tiempo. No la podrás volver atrás y tanto como tires de ella será el tiempo que pase”.
El niño le agradeció y se fue loco de contento, pensando: “Qué bueno, ahora no tendré que esperar más y podré elegir qué momentos quiero vivir y cuáles no”.
Cuando llegó a la escuela y la maestra le dijo buen día, el niño pensó: que termine ¡ya! Entonces tiró de la cinta y apareció la maestra diciendo: ¡Hasta mañana niños! ¡Perfecto! resultó. Y así empezó a hacer con todo lo que le molestaba esperar. La comida, el cumpleaños, la escuela, etc., y se puso práctico en hacer pasar exactamente el tiempo que quería.
Pasó el tiempo y no quiso esperar a crecer para ponerse de novio con esa nena que tanto le gustaba, entonces… un buen tirón y ya era un joven y ella una hermosa jovencita, y eran novios. Y por suerte la escuela ya se había terminado. Entonces decidió casarse, y esperar un niño, pero nueve meses… era mucho.!! Otro tironcito, y ya tenía su bebé, y la mujer sin su panza, pero…aparecieron los pañales y el llanto a la noche, …entonces otro tirón y … ya tenía un niño de seis años que podía jugar con él, que se bañaba solito, pero pensó que ahora venía lo peor acompañarlo a estudiar por lo que dio otro tironcito y apareció jubilado, ya no tenía que trabajar más, su hijo había terminado de estudiar, pero… ya no estaba en casa, era un adulto con su propia familia, su propia mujer había envejecido, él mismo estaba canoso, su madre había muerto, y él no tenía recuerdos de su vida.
¡¡Su vida estaba terminando y él se la había perdido por su tremenda ansiedad!!
En eso despierta y se da cuenta que lo que vivió fue sólo un horrible sueño.
Desde ese día decidió vivir cada instante como algo único, valioso e irrepetible, degustando cada detalle de cada experiencia. El niño tomó consciencia de que no había ningún lugar en particular al que llegar más que a ese donde estaba y que no había ningún otro momento futuro que le otorgara la felicidad que deseaba más que ese momento.
“Ninguna cantidad de culpa podrá cambiar el pasado. Ninguna cantidad de ansiedad podrá cambiar el futuro.”
Anónimo
¿Cómo sería si dejáramos de medir los días según nuestro nivel de productividad y comenzáramos a experimentarlos según nuestro nivel de presencia?
“La mayoría de los seres humanos nunca están completamente satisfechos con el ahora porque inconscientemente creen que el próximo momento será más importante que este. Pero así nos perdemos de vivir nuestra vida completa, viviendo en un “no ahora”. Algunas personas han tenido esta revelación: darse cuenta que la vida está sucediendo siempre y solamente en este ahora”.
Eckhart Tolle
Propuesta para el fin de semana.
Te invito a ver, o volver a ver si ya la viste, “El guerrero pacífico” (Peaceful Warrior). Es una película germano-estadounidense, dirigida por Victor Salva. Protagonizada por Scott Mechlowicz, Nick Nolte y Amy Smart. Basada en la novela “Way of the Peaceful Warrior” de Dan Millman.